Este jabón artesanal está impregnado de naturaleza y autenticidad. Formulado con leche de burra ecológica, conocida por su delicadeza, y manteca de karité bio, ofrece una espuma fina y envolvente. El aceite de almendras dulces completa esta fórmula suave, ideal para un uso cotidiano. Pero es sobre todo su aroma el que marca la diferencia: un perfume goloso a frambuesas, moras y arándanos que transporta a una caminata entre zarzas y frescor vegetal. Este jabón no solo limpia, sino que regala una experiencia sensorial llena de alegría. Cada uso es una escapada perfumada, un guiño a los recuerdos estivales y a la ligereza de la naturaleza. Perfecto para quienes buscan pequeños placeres cotidianos, llenos de aromas vivos y notas frutales.